acerca de
el cuarto camino
El Cuarto Camino es una técnica de desarrollo de conciencia creada por un filósofo armenio George I. Gurdjieff a principios del siglo XX. Esta enseñanza se basa en la idea de que el ser humano puede alcanzar un mayor grado de conciencia y desarrollo través de un enfoque práctico y directo en la vida cotidiana.
El enfoque del Cuarto Camino implica el desarrollo simultáneo de la mente, el cuerpo y las emociones. Gurdjieff enfatizaba la importancia de la autoobservación y la autoconciencia como herramientas para romper con las limitaciones y patrones automáticos que nos impiden experimentar una verdadera libertad interior.
El Cuarto Camino también destaca la importancia de trabajar en grupo, ya que el apoyo mutuo, el intercambio de ideas y experiencias pueden acelerar el crecimiento personal.
Es importante tener en cuenta que el Cuarto Camino no está asociado a ninguna religión específica y no tiene una estructura dogmática. En cambio, se centra en la idea de que cada individuo debe encontrar su propio camino sin renunciar a su vida ni a sus creencias personales.
los talleres
La relación entre el Cuarto Camino, la simbología del tarot, la alquimia y el gnosticismo, es un intrigante entrelazamiento de enseñanzas y simbolismos en la búsqueda del conocimiento profundo y el desarrollo de conciencia.
Gurdjieff propone un camino hacia la autorrealización a través del autoconocimiento y el despertar de la conciencia. Este enfoque se asemeja a la esencia del gnosticismo, que busca la revelación interior de lo más elevado. El tarot, por su parte, actúa como un sistema simbólico que es utilizado para la introspección (no para la adivinación) a menudo relacionándose con la alquimia, que busca la transformación personal y la transmutación de lo profano (plomo-falsas personalidades) en lo sagrado (oro-Personalidad sana-el verdadero “YO”). En conjunto, estas tradiciones comparten la idea central de que la sabiduría y el desarrollo personal provienen de mirar hacia adentro, descifrando los misterios ocultos para alcanzar un mayor nivel de conciencia y paz interior.
Como parte del curso se da una meditación que va desde la relajación, hasta la construcción de un puente para integrar partes de nosotros que no son conscientes pero que tienen una gran influencia en nuestro comportamiento.
Muchos de los ejercicios están acompañados de frecuencias biaurales creadas por mí. Estas frecuencias son capaces de inducir estados de relajación profunda, aumentar la concentración y facilitar la entrada a estados de conciencia elevados. Además, ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo un bienestar mental, físico y emocional.
mi búsqueda
En el año 2000 estudié un diplomado de semiología de la vida cotidiana en la ciudad de México donde hablaban mucho de Gurdjieff, leí un par de libros del tema y me llamó mucho. Me puse a buscar una escuela de cuarto camino y no encontré ninguna, pero tuve la suerte de encontrar un muy buen maestro de shaolin chuan en San Miguel de Allende Gto. Que se enfocaba mucho en el trabajo con el Qi. Aprendí mucho de él, pero sentía que algo faltaba.
Continue mi búsqueda en Barcelona donde encontré un maestro de cuarto camino gracias a una obra de teatro que montó la misma escuela, estudié más de 7 años con él, codirigí una obra de teatro con danzas sagradas, compuse la música para un cortometraje que él escribió y di 2 años clases en su lugar.
Cada persona en la escuela se especializa en algo, hay gente que por ejemplo se especializó en danzas de Gurdjieff o en Teatro. Aunque hice de todo un poco, lo que me llamó mucho fue la simbología, esa es mi pasión junto con las frecuencias biaurales.
En los cursos me gusta integrar un poco de alquimia, simbología gnóstica, análisis de arquitectura antigua y cuentos clásicos para enriquecer los temas y ver las conexiones con otras filosofías.